Conoce la ducha correcta según tipo de piel y edad.
Relajarse debajo de la ducha después de una maratoniana jornada laboral, de una buena actividad física, en pleno verano… puede parecer una de las cosas más placenteras y sencillas de todo el día.
Pero ¿lo hacemos correctamente ?.Los especialistas apuntan ciertos factores que debemos de tener en cuenta a la hora de sumergirnos en este ritual, sobre todo cuando se trata de cuidar nuestra piel. y uno de ellos es nuestra edad.
Qué errores se esconden debajo de una inofensiva ducha y qué debemos hacer para sacarle el máximo beneficio posible.
En primer lugar, debes saber que, si, eres de los que supera los diez minutos bajo el chorro de agua, por muy placentero que ello te resulte, deberías empezar a cambiar el hábito y asumir la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) según la cual lo mejor es que la duración de la ducha sea de cinco minutos.( Tiempo que en España excedemos). Es una cuestión tanto de higiene como de ecología: se trata de hacer un uso sostenible de agua y de energía y de que no superemos los 95 litros de consumo medio diario.
La frecuencia Alerta por el exceso de higiene.
Una ducha diaria a conciencia, algo impensable siglos, o incluso décadas atrás, forma parte de nuestras rutinas cotidianas, ya sea por higiene o por convención social. Y es que la mayoría de personas nos duchamos una vez al día .Pero ¿qué pasa si lo hacemos más veces ?
No existe un patrón que sirva para todo el mundo debemos encontrar un equilibrio adecuado entre higiene correcta y exceso de higiene, que puede ser perjudicial . Y eso depende de cada persona.
La ducha o el baño diario no son malos, siempre y cuando sean cortos.
Porque finalmente el exceso de agua reseca mucho la piel. «En general ,cualquier ducha y el uso de geles de ducha van a hacer que la piel se deshidrate, por eso es contraproducente el exceso de higiene o exceso de duchas.Por ejemplo, en los niños con dermatitis atópica se recomienda poco baño y una higiene más espaciada.
La alerta por exceso de higiene hace referencia sobre todo a un exceso de productos que pueden ser irritantes para la piel, como ciertos jabones . Pero incluso el agua daña nuestra piel, pues esta no requiere de un continuo lavado y de alguna manera se diluye o degrada la capa lipídica que nos protege.
En general, los dermatólogos desaconsejan el uso de jabones o geles.»Hay productos menos agresivos, como los aceites de ducha o los jabones y geles de ducha sin jabón , que ejercen una función de limpieza , pero sin eliminar en exceso el manto ácido de la piel.


La temperatura Ni caliente ni fría, TIBIA
En invierno es muy tentador subir los grados de temperatura del agua para entrar en calor. Y en verano, lo contrario, realizar una ducha de agua fría para refrescarse.Pero según los dermatólogos, son las temperaturas mñás parecidas a la de nuestro cuerpo las más adecuadas: es decir entre 36 y 37 grados :O en otras palabras ,agua tibia.Siendo las duchas calientes más perjudiciales , ya que deshidratan más la piel, mientras que las frías tienen un buen efecto vasotónico , que resulta beneficioso para la circulación sanguínea
¿Mañana o noche?
Por la mañana o por la noche reporta diferentes beneficios, una ducha por la mañana nos ayuda a estar relajados y , a la vez, a mantenernos en alerta, y además hace que se fomente la creatividad. Mientras que por la noche, la ducha noa ayuda a irnos a la cama más relajados, el agua nos ayuda a regular la temperatura corporal, lo que nos facilita el sueño.
La edad
Otro factor a tener en cuenta es la edad, nuestra piel cambia con el tiempo, y sus necesidades también .
BEBÉS La Piel de los bebés no es una piel hecha, y tine más dificultades para producir la capa lipídica que la protege. Son susceptibles de padecer escamas o dermatitis atópica. En esta edad una higiene excesiva on agua y jabones puede resecar demasiado la piel y favorecer el eccema.
Hay muchos niños con dermatitis atópica, y uno de los grandes problemas es la resequedad, y el eccema se produce sobre infecciones bacterianas.
INFANCIA. Aunque la piel esta un poco más hecha va produciendo un poco más de grasa, en la niñez la protección lipídica aún es baja, y la dermis se puede resecar con más facilidad. Se recomienda no estar demasiado tiempo en el agua y no exponerse a duchas demasiado calientes.
ADOLESCENCIA Ya la producción de la capa lipídica es mucho más importante. en esta franja de edad una ducha diaria resulta beneficiosa, ya hay más ejercicio físico ,pero también se recomienda utilizar productos poco agresivos.
ADULTOS Existen dos tipos de personas, una buena parte sede la población que produce una capa lipídica correcta, y un porcentaje menor que tiene una piel muy seca. En el segundo caso es donde resulta prestar mas atención a los cuidados en la hora de ducharse: evitar duchas largas, aguas calientes y el exceso de productos.
En estas pieles conviene utilizar cremas hidratantes en algunas ocasiones y en ciertas localizaciones del cuerpo.
Después de la ducha convendría en vez de secarse con toalla, se podría aplicar sobre la piel húmeda aceites para que con el agua formen la capa lipídica que protege nuestra piel.
ANCIANOS A medida que vamos envejeciendo siendo, la piel se va resecando más. El sudor disminuye mucho con la edad, y también se reduce la producción de la capa lipídica.
No siendo ya necesario la ducha diaria, si no mantener la higiene en las partes que más lo necesiten y limitar las duchas en función de la sequedad.
Más allá de las peculiaridades de la edad y la actividad diaria, hay unos principios generales que resumen que es la ducha ideal:una ve al día, corta, con agua templada y geles sin jabón o aceites especiales. Y un buen secado.
Hasta pronto, podéis comentar cualquier duda, que atenderé encantado.
Un comentario sobre “¿Cómo nos duchamos? ¿Qué hábitos?¿Caliente?¿Fría? ¿Mañana o noche?”